La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta.- André Maurois

domingo, 3 de junio de 2012

Tulipanes Verdes. 1


Ella sabía cual era ese lugar, lo había dibujado muchas veces en sus lienzos desde la terraza de su habitación. Una vibrante mezcla de colores que brillaban a la luz del sol que se despedía aquella tarde; rojo, azul, rosa, amarillo, un naranja tal vez, creyó ver un violeta de reojo... estaba todo igual que en sus lienzos. Y como ella alguna vez dibujó, dos siluetas caminaban entre los tulipanes que se dejaban acariciar por la pesada falda de Anabel, que se decía a sí misma con asombro que nunca creyó que ella sería una de las siluetas que alguna vez dibujó.
-¿Por qué me has traído a aquí, Anabel?-preguntó William observando maravillado los intensos colores de los tulipanes.
Anabel puso una mano en el hombro del señor Worthington y señaló a la mansión, justamente a la terraza.
-¿Ves esa terraza de ahí? La que está adornada con tulipanes.
-Sí.
-Esa es la terraza de mi habitación, desde ahí pinto los paisajes estacionales de la finca y en primavera me gusta pintar esta parte, porque siempre se llena de tulipanes año tras año sin excepción... me encantan los tulipanes-añadió mientras se sentaba en un claro con cuidado de no estropear las flores con su larga falda de cuadros color turquesa, William no tardó en imitarla-, pensé que sería bonito venir los dos juntos aquí, es un lugar mágico ¿no crees?
-Magia desprendes tú, querida Anabel-murmuró sonriendo como sólo él sabia conquistar a Anabel-Con tu permiso...-arrancó con cuidado un tulipán de color azul celeste-No hay un tulipán con tu color de ojos, pues las flores marrones no existen, pero ésta flor es como tu falda y...-se acercó a Anabel y le colocó la flor en el pelo enganchándola con un pasador-creo que te sienta muy bien...
Acarició el rostro de la muchacha que no pudo evitar ruborizarse al desconocido tacto de las manos de un hombre, sonrió con timidez y luego se mordió el labio pensativa.
-William, también es imposible encontrar una flor de tus ojos, pues tampoco existen las flores verdes, pero aunque existieran nunca podrían compararse a su color... pero ten por seguro que si existiera un tulipán de color verde, créeme que sería mi flor favorita para siempre.

2 comentarios:

  1. ¡Cómo te echaba de menos! Menos mal que has vuelto por aquí, jaja :D

    ¡Un besito enormeeeee!

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