La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta.- André Maurois

miércoles, 29 de agosto de 2012

Confesiones 1.0

Quiero compartir algo con vosotros, algo que me apasiona hacer y que quiero que veáis para que me deis consejos, estilos nuevos etc. 
Debo confesar que soy una apasionada de las manualidades, me ENCANTAN y últimamente solo realizo un tipo de manualidad esto:
Anillos de alambre de aluminio de colores.
(siento la calidad de la imagen, la cámara de la BlackBerry no da para mucho jé!)
Siempre me ha gustado la bisutería, pero nunca me había dado por hacerla y durante este verano me he dedicado a hacer anillos, pulseras e incluso un collar! 

Al principio copiaba modelos porque no sabía hacerlos, pero después mi imaginación llegó sola y acabé haciendo mis propios diseños como algunos de los de arriba. Por cierto, adoro el anillo de lacito!
Mis amigas le encanta y sin querer me vi vendiendo mis cositas! jajaja todo el mundo dice que es demasiado barato, pero yo les pido que me dejen a mi mis finanzas jaja aunque estudie Historia, se como va el mercado, conozco todos los mercados de la historia jajaja
Ésta diadema me la piden mucho, sobretodo para niñas pequeñas. Pero hago más como:

Más pulseras:
 
Y el primer collar que hecho:

Espero que os haya gustado, un beso muy grande! =)



viernes, 24 de agosto de 2012

Seis

Pasé la primera vez seis horas en tu coche oyendo música y abrazada a ti. A los seis días te dije que te quería. A las seis semanas pensamos el nombre de Caterina. A los seis meses sé que quiero casarme contigo. 
Hoy hace seis meses que te dije que sí quería estar contigo, a pesar de mis dudas y mis miedos, dije que si. Lloraste. 
Creo que hace justo seis meses, a esta hora, las 2:51. 25 de febrero....que frío hacía y lo aguantábamos acurrucados, tu carita era preciosa, tan ilusionado, tan feliz. Cuántas veces habremos llorado confiándonos sentimientos.
No sé que pasará mañana, o dentro de seis horas, seis días, seis semanas o seis meses, sólo sé que quiero pasarlos contigo, más otros muchos seis... como... seis años? Ojalá. 
Eres mi vida y no hay mayor apoyo que tú. Te adoro. Te quiero. Te extraño por las noches cuando tengo miedo. Cuando noto mi cama vacía. 
Te amo. Sí. He dicho la palabra prohibida. 
Te quiero Medina. Por siempre y para siempre.

Error Humano II

-Qué dolor de cabeza-me dije a mi misma. 
No había descansado nada aquella noche, como la anterior y la anterior. Misma pesadilla, diferente escenario, distinta víctima y la misma tristeza al despertar. Tantos años sin conocer la conciencia y no era agradable, pero me hacía sentir más humana de lo que ya era posible. 
Miré la taza de café con pereza y malestar, bostecé en un intento de desviar mis pensamientos, pero era imposible...no podía para de preguntarme ¿quién era? ¿qué hacía allí? y lo mejor de todo ¿por qué? Ya no sabía si era Jane, la semi-humana o Daniella, la chica de campo solitaria que no conocía la maldad...
-Semi-humana...eso es lo que soy...
Llevaba tanto tiempo interpretando el papel de Daniella que ya casi olvidaba que era Jane, la verdadera siempre era Jane, por mucho que me doliese y por mucho que intentara olvidar el pasado del personaje, siempre sería Jane...
Creo que la culpa me estaba consumiendo de manera incesante, había perdido a gente que adoraba y amaba por culpa de mi pasado, de mi vida, de lo que era...Un monstruo. Una asesina. Yo maté al amor de mi vida...

martes, 21 de agosto de 2012

Fotografía Estenopeica/Patricia Apples

Hola! Hoy tenía ganas de colgar un post sobre fotografía. En realidad, buscaba algo que me inspirase para escribir un texto, pero recordé que hacía mucho que no escribía nada de la propia fotografía y me puse mano a la obra. He encontrado este tipo de fotografía, la estenopeica


Esta foto es de una autora que no es muy conocida, Patricia Apples, apenas he encontrado información de ella y es una pena porque creo que tiene un gran talento. Este tipo de fotografía se usa para captar el máximo de detalle en cada imagen, las cámaras fotográficas son muy sencillas y es una de las primeras técnicas que se usaban para la fotografía. Creo que ésta técnica da imágenes tan bellas como esta de Patricia. Aquí mi humilde opinión:
Cuando vi la imagen sentí la sensación de fusión de las manos con el agua, como el difuminado de los antebrazos hace que casi no se distinga qué es qué. Da profundidad y te adentra dentro de una peculiar historia que no comprendo del todo, pero que a mí me aporta unión con la propia vida, el agua da vida y las manzanas alimentan esa vida, todos somos agua y alimento, nos reducimos a eso tan solo. El blanco y negro da dramatismo y sensibilidad a la imagen, además de a la propia persona que la mira. A mi me sumerge dentro, me hipnotiza. Además los detalles del reflejo en el agua, un espejo que te muestra el entorno, un lugar salvaje lleno de la propia vida y que representa, según mi opinión, la propia naturaleza salvaje del ser humano que se pierde en lugares que le recuerdan a sus raíces. 
Adoro las imágenes en blanco y negro, me parecen elegantes y que transmiten con más fuerza la intención de su historia. Deseo que esta imagen os transmita algo, por poco que sea. Espero vuestra opinión.
Un beso!


viernes, 17 de agosto de 2012

¿Por qué?


Mundo de ricos rodeados de pobres. Hambre a cada esquina que vuelves con la cara. Yo. Que miro y no miro. Que sufro y a la vez permito. Tú. Que lo sabes y no reaccionas. Yo que te dejo. Tú que en realidad ¿qué puedes hacer? Nada. Todo. Extremos que compartimos. Sufrimiento que conocemos. Pero sigue ahí. Le volvemos la cara a uno. Al hacerlo hay más al otro lado. ¿Por qué? No sé. ¿Qué hacer? Nada. Todo. Quieres ayudar. La cartera te pesa en las manos. Lo tienes todo. Sí. Todo. Lo que quieres y lo que no. Que abusas del dinero. Que ni siquiera sabes cuanto vale. Al que no lo valora le digo: ¿lo ves? ¿Sientes su sufrimiento? ¿Notas su dolor? No. Me lo imaginaba. A ti. Que me estás leyendo. Ayúdale. 
Quítate la venda. Estamos ciegos. Nos tapan las ideas con una venda. Invisible. Que no aprieta. Que no molesta. Hasta que te das cuenta que no ves de verdad. Que no todo reluce como te dicen. Que sigue habiendo hambre. Miseria. Pobreza. Niños. Ancianos. Hombres. Mujeres. Sin casa. Sin comida. Al lado de donde vives. Ahí están. Por más que se quejen de su presencia siguen ahí. Son tus vecinos de la calle. No lo permitas. No sigas ignorando tu alrededor. 
Te sigue quemando la cartera. ¿Hacerlo o no? No sé. Dar o no. Eterna duda. Al final pasas de largo. Pero el sigue ahí. No tiene a donde ir. Retrocedes. Finalmente le das algo. Te sientes mejor. Te sonríe. <Gracias>. Un pequeño paso para ti. Un gran favor para él. O ella. O ellos. Todos. Eres un ejemplo para los demás. Que como tú. Pasan de largo. Pero no retroceden. 
No pases de largo. Haz algo.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Ella...

...sentada en un pilar de dudas, espera; eterna espera del que ama. Pegada a un teléfono que no suena y que tiene sus respuestas. Anhela saber sus pensamientos y deseos, pero él es una caja fuerte impenetrable y que no ofrece mayor consuelo que la espera. Ella sabe que por muchas distracciones que le ofrezca a su mente, ésta, sigue clavada en sus ojos claros, su fuerte espalda y esa sonrisa traviesa que la enamoró. 
Tamborilea con sus dedos sobre la mesa intentando concentrarse en cualquier cosa, pero sigue mirando de reojo ese maldito móvil que no suena, que la observa con desdén, pues éste sabe que él no va a llamar.
Siempre le dijeron que cuando alguien sufre de amor siente que el corazón le duele y se rompe en miles de fragmentos diminutos... pero ella no sentía eso, a ella le dolía el alma, sentía una punzada de desconsuelo en lo más profundo de su ser y nada podía calmarlo, excepto él. Ella no era nada sin él, pero... ¿quién era él sin ella? Un todo y un nada. Un engaño a si mismo, alejarte de la persona que te ama es alejarte de una parte de ti. Él lo desconocía y por ello no llamaba, mientras ella inventaba excusas vanas y que su corazón aceptaba una mentira que su cabeza permitía por desconsuelo, aunque conociese la verdad... ¿Quién le hace caso a un órgano desprovisto de sentimientos, mientras hay otro más fuerte que late sin descanso por la vida? Estaba clara la respuesta...
Entregaba su vida a su corazón, pues éste le daba la vida y así, sentada en un rincón, ve pasar los días desprovistos de ilusiones y esperanzas, días infelices que se alejan sin retorno, un año más otro y así sin más se sigue engañando, <<¡volverá!>> grita esperanzada, su amigo late fuerte, enamorado e ilusionado, recordando recuerdos del pasado, prefiere quedarse allí que volver a una realidad que le hace daño, que provoca lágrimas que duelen en el alma, que matan.
Y ¿no es la realidad un sueño en vida? ¿Por qué no elegir nuestra realidad?
Así, ella eligió, edificó y vivió en su realidad de recordatorios, de besos que se perdieron en su comisura, de palabras que se las llevó el viento y caricias que se borraron en la piel... No quedaba nada más y el canto que le profesaba se olvidó y sola, siguió esperando que el teléfono sonara... Cosa que nunca ocurrió.

lunes, 13 de agosto de 2012

Sal con una chica que no lee...



"Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.
Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.
Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.
Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.
Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.
Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.
Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.
No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.
Charles Warnke "


Tuve la necesidad de compartir con todos este texto precioso de Charles Warnke, que ha llegado a mí cómo un capricho del destino y que reconozco que hizo que soltara una lágrima en el final, pues sentí que me hablaba a mí directamente... espero que os guste y que lo disfrutéis! Un beso enorme!